Hay algo que rara vez se dice en voz alta en el mundo del marketing digital: no es falta de herramientas lo que frena tu negocio, es miedo a conversar y lo sé porque lo viví.
Es más fácil esconderse detrás de posts perfectamente editados, videos con un guión super pulido o flujos de mensajes automatizados que parecen pero no son.
El secreto que nadie cuenta: tu próximo cliente no te elegirá por tu feed impecable, sino por cómo lo hiciste sentir en esa charla de 10 minutos donde realmente lo escuchaste.
Algunas cosas que aprendí en el último tiempo
- El engagement no paga facturas: Lo que genera negocios es la confianza que construís cuando preguntás, escuchás y entendés.
- La atención es tu mejor activo: En un mundo de distracciones infinitas, esos 5 minutos para una llamada real te posiciona por encima del 90% de tu competencia.
- No se necesita carisma, sino autenticidad: Una simple pregunta abre más puertas que cualquier técnica de venta rebuscada y enlatada.
Mirá esto:
- 5 conversaciones reales por semana son 250 oportunidades concretas al año
- 0 conversaciones es esperar milagros de un algoritmo que no conoce a tus clientes
Las herramientas digitales son amplificadores, no sustitutos: al final del día, vender SIEMPRE es conversar.
