La respuesta no es absoluta dado que depende de diversos factores, como la evolución de la propia compañía, cambios en lo que ésta quiera comunicar o en el uso que asigne a su página, por ejemplo.
Sabemos que la web corporativa cumple varias funciones.
Por un lado es un canal de comunicación institucional, mediante el cual la empresa puede presentar sus productos y/o servicios ante sus diferentes públicos, y mantenerlos informados sobre sus novedades. La tendencia apunta también a un espacio 100% integrado con las RRSS de la empresa y un medidor del «social pulse» de la compañía segundo a segundo. Por otro – y cada vez más – puede ser un canal comercial, que se utilice para recibir pedidos, tomar reservas y atender consultas (plataforma de e-commerce).
Ante esta multiplicidad de funciones y considerando que el mercado es muy cambiante, es importante mantener la web viva, actualizada para que refleje lo que es y hace la empresa, a medida que esta crece y desea comunicar sus cambios.
En este punto hay que considerar que la identidad institucional está en constante movimiento, evoluciona a medida que la propia compañía se desarrolla. Cada vez que la empresa ajusta sus productos y/o servicios a la demanda; va sumando know how o desea reposicionarse en el mercado, debería sumar información a su web o buscar la manera de redireccionar el mensaje.
Por otro lado, hay que considerar a la web corporativa como una herramienta más de comunicación, que ya desde su look & feel (aspecto, tipografía en forma y tamaño, colores, ventanas, movimientos, etc.) identifica a la empresa frente a los internautas. En metalenguaje, queda claro que ya desde su diseño la página está comunicando cosas de la compañía. Esto hace necesario atender a la evolución de la tecnología y los recursos técnicos para desarrollar la página. Años atrás se estilaba utilizar ciertos recursos, como letras que caminaban o se movían dentro de la pantalla, imágenes que crecían de tamaño, etc) que hoy quizá quedaron desactualizados.
Nosotros creemos que la web es un canal más dentro de la comunicación de la empresa y que una empresa debe tener muy clara cual es la experiencia de usuario/cliente que quiere. Cuando ese diagnóstico está claro, la web, su diseño y su contenido solo debe interpretar y transmitir.
En resumen: asi como un folleto o carpeta corporativa debe irse remozando, la página web corporativa debe aggiornarse cuando la empresa sienta que ya no refleja lo que es, o necesite asignarle un uso diferente para captar a nuevos públicos. Cada compañía deberá evaluar su momento.
